Anoche con la derrota y descalificación de Atlanta de los playoff se dio el suceso del retiro del gran dirigente Bobby Cox, después de 21 temporadas con Atlanta consecutivas como manager y 29 temporadas entre gerente general y manager en dos etapas diferentes.
Este gran estratega y constructor de la dinastía bravo y forjador de los dos campeonatos de Toronto Blue Jays entre el 1992-1993.
Con 14 títulos divisionales consecutivos con los Bravos, cinco viajes a la serie mundial de estos un campeonato mundial o final de la MLB como desee ponerlo.
Desde que Cox, esta con Atlanta y durante el transcurso de estos años los demas equipos han cambiado 106 veces de dirigentes y Bobby mantenía su puesto, posee el record como manager de más juegos expulsados con 168 mas 3 en postemporada.
También fue jugador y jugo con Atlanta y con los yankees en la misma era de Micky Mantle y Terman Munson, además dirigió a Gret Madux y Tom Glavine, fue dirigente de liga menor y campeón, también se desempeño por aya por el 1977, como coach de tercera base de los Yankees de Billy Martin, equipo que fue campeón de la serie mundial de ese año.
Primera etapa como bravo:
Cox, tomo a Atlanta por primera vez de 1978-1981 los llevo del último al primer lugar luego, llego la huelga de ese año y después fue despedido por Ted Turner, el cual le entrego el mandato a Joe Torre y ya con un equipo construido gano la división en 1982.
Tiempo en Toronto:
En el 1982 llega a Toronto un equipo de expansión en años anteriores, los lleva a la serie de campeonato y fue el primer equipo en perder después de estar ganado una serie de campeonato tres juegos por uno. Años mas tarde ese mismo equipo con unos cuantos complementos le arrebato la serie mundial en el 1992 ya con Cito Gaston Como dirigente.
Segunda etapa Bravo.
En el 1986 paso a Atlanta como gerente general, y después de unas temporadas de tragos amargos se designa como manager del equipo. Y la historia es suficientemente buena e interesante para poner a este hombre derechito en el salón de la fama
Muchos fueron los momentos agradables de alegría y de felicidad y también de tristeza por parte de este servidor y muchos conocidos cada vez que veíamos ganar o perder a los Bravos de Bobby Cox.
Hasta nunca eterno capitán.
